martes, 21 de septiembre de 2010

Del México benefactor al origen del "milagro mexicano"


2. Manuel Ávila Camacho ( 1940-1936)

Este general, que gobernó el país de 1940-1946, fue el último militar que llegó a la presidencia. Fue  un hombre profundamente conciliador, quien ya había mostrado voluntad para no hacer sufrir a la población durante la guerra civil de la Cristiada, entre 1926 y 1929. Desde la presidencia manifestó la misma humildad; su propósito fue la unidad nacional, necesaria para curar las heridas dejadas por su triunfo en unas elecciones conflictivas, y necesaria también por que la Segunda Guerra Mundial apareció en el horizonte, y México, profundamente pacífico, tuvo que declarar la guerra a las potencias agresoras del llamado Eje: Alemania, Japón e Italia.
Entre los acontecimientos más relevantes de la Segunda Guerra Mundial destacan los siguientes:
Septiembre de  1939. Alemania y la Unión Soviética invaden Polonia, que Francia e Inglaterra no lograban salvar.
Junio de 1940. Francia sufre una tremenda derrota. El ejercito alemán entra en París. Italia se alía con Alemania. Inglaterra, sitiada en su isla, resiste.
Junio de 1941. Alemania ataca a la Unión Soviética.
Diciembre de 1941.  Japón ataca a los Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Como Japón es aliado de Alemania e Italia, Estados Unidos entra en la Guerra Mundial, México declara la guerra a Japón y Alemania, cuyos submarinos habían hundido barcos mexicanos.
Mayo de 1945. Alemania se rinde sin condiciones.
Agosto de 1945. Japón se rinde sin condiciones.
La segunda Guerra Mundial, la más cruenta de la historia humana, tuvo, sin embargo, varios efectos benéficos para México. En primer lugar, relegó a segundo plano los conflictos internos y creó el ambiente adecuado para la política de unidad nacional, que fue la bandera del gobierno. En segundo lugar, propició una época de cooperación y entendimiento con Estados Unidos como no se había tenido antes.
Esto redujo el foco principal de tensiones internacionales que México había tenido desde el siglo anterior con diversos países y estimuló el crecimiento económico.
Como Estados Unidos destinó sus inmensos recursos a la guerra, necesitó los productos naturales que le podía vender México: minerales, petróleo, frutas, verdura, carne y cereales. También requirió la fuerza de trabajo de los mexicanos para ocupar el lugar que dejaban vacante los millones de estadounidenses que marchaban a la guerra.
Durante los seis años de la guerra México no pudo comerciar con Europa; tuvo que crear sus propias fábricas y talleres para producir lo que necesitaban los mexicanos. Cuando ésta terminó México estaba produciendo y exportando muchos más bienes que antes. La producción nacional abatió el precio de los productos, que antes eran muy caros por escasos.
Gracias a estas circunstancias favorables el país dejaba de ser un país de campesinos para convertirse en un país de ciudades y fábricas. La política económica seguida por Calles y Cárdenas había preparado ese cambio, y la presidencia de Ávila Camacho lo consolidó.
En el terreno social se realizó una exitosa campaña de alfabetización y se fundó en 1943 el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para proteger la salud de la población.


3. Miguel Alemán y “los cachorros de la Revolución” ( 1946-1952)

Con Miguel Alemán los licenciados sustituyen a los militares, “La Revolución se apea del caballo y se sube al coche”, como dijo Luis González. Asistimos así a un relevo generacional y al triunfo de los egresados de la UNAM.
México había emergido de la segunda Guerra Mundial en buena posición: las fábricas producían todo lo que podían, los campesinos dejaban de pasar hambre, los turistas estadounidenses y los braceros enriquecían al país con sus dólares. Los problemas del pasado, el latifundio, discordia entre agraristas y campesinos, el militarismo, la cuestión religiosa habían dejado de atormentar a la nación.
En 1946 el antiguo PNR callista, reformado por Cárdenas en el PRM se transformó una vez más, ahora en Partido Revolucionario Institucional ( PRI ), y el lema cardenista “Por una Democracia de los Trabajadores” cambió por el de “Democracia y Justicia Social”.
Miguel Alemán estimuló el crecimiento de las industrias y de las ciudades; invitó a los extranjeros a invertir su dinero en México y favoreció el desarrollo de la agricultura moderna. Asimismo fomentó las comunicaciones al modernizar las carreteras y los aeropuertos y estimuló los grandes negocios. Hizo del turismo, por primera vez, una actividad económica importante; Acapulco dejó de ser un pequeño puerto tranquilo y se transformó en una playa mundialmente famosa.
Cuando Alemán dejó la presidencia, en 1952, el país había cambiado de manera radical. En 1940 las ciudades eran pequeñas, con muy pocos edificios altos; los coches eran muy escasos y aún se veían muchos caballos y mulas en las calles; la gente circulaba en tranvía y viajaba en ferrocarril; a la mayor parte de los pueblos no llegaba la luz y, por lo mismo, poca gente tenía radio; no había baterías ni transistores . Para 1952 las ciudades habían crecido y las carreteras y los automóviles se habían multiplicado; la migración a las ciudades aumentó y al campo comenzaron a llegar tractores y máquinas que ahorraban mano de obra.
Estos cambios, aunados al aumento de la población, fueron la verdadera revolución. Hasta entonces México había padecido la falta de población, que en relación con su extensión territorial había sido siempre escasa: seis millones en 1810, 15 millones en 1910. Pero a partir de la década de 1940 la población creció si cesar como resultado de la mejoría en la atención a la salud del pueblo mexicano: 20 millones en 1940, 26 millones en 1950, 35 millones en 1960 y 48 millones en 1970. Grandes campañas sanitarias terminaron con las epidemias y el paludismo, y estos avances propiciaron una disminución de la mortalidad infantil.
Sin embargo, en ese panorama de mejoría surgieron nuevos problemas. Fueron los años en que aparecieron los “nuevos ricos”, en que aumentó la irritación ciudadana contra la corrupción y los años en que se inició el descuido del campo, mismo que habría de entrar en grave crisis años después. En las finanzas públicas y en los precios la mejora económica creó desequilibrios que tardarían años en solucionarse.
Al favorecer al sector privado a expensas del sector paraestatal, Alemán estimuló el crecimiento de la industria y del sector comercial d la agricultura; facilitó la entrada del capital extranjero y reformó la Constitución en sus conceptos agrarios para privilegiar a la agricultura capitalista al ampliar e concepto de “pequeña propiedad”. Los cultivos especulativos se beneficiaron de cláusulas especiales, lo que facilitó que muchas unidades productivas quedaran al margen de la reforma agraria.


4. Los dos Adolfos o el optimismo (1952-1964)

Miguel Alemán estuvo a punto de sucumbir  al canto de las sirenas de la reelección; pero no se atrevió frente al fantasma de Obregón, razón por la cual intentó prolongarse en el poder tratando de imponer a un “pelele”. Pero una rebelión en el seno de la “familia revolucionaria” se opuso y llevó al poder a Adolfo Ruiz Cortines, quién gobernó entre 1952 y 1958. Candidato de concertación, este hombre, ya mayor, supo afirmarse con astucia y dignidad. Fue el hombre apropiado para la situación, quien, sin poner en duda las grandes orientaciones, hizo olvidar algunos de los aspectos más reprobables del gobierno anterior. Con las arcas públicas vacías y una inflación desatada, n fue empresa fácil.
Ruiz Cortines supo restaurar la unidad de la “familia revolucionaria” al crear una tercera fuerza centrista entre la izquierda cardenista y la derecha alemanista. Le tocó tomar la decisión de devaluar el peso a buen tiempo, Si la economía se benefició de ese remedio con 12.50 pesos por dólar, el alza de los precios canceló en 18 meses todos los aumentos salariales anteriores.
El malestar social fue tal que durante 20 años -no más, desgracia- ningún dirigente olvidó la lección: no hay estabilidad y orden si no se logra evitar la inflación, y no hay progreso en el orden sin aumento del poder adquisitivo de los trabajadores. Ruiz Cortines se impuso sin recurrir a los métodos tradicionales, quizá por que no se encontraba en la posición de fuerza que tuvo Cárdenas, después de 1935, ni en la de Miguel Alemán. Por lo mismo, propició una relativa democratización en la vida interna del PRI, que muchos consideraron inútil y hasta peligrosa.
Ruiz Cortines escogió al joven Adolfo López Mateos como candidato a presidente y se fue a gozar de su retiro a Veracruz. López Mateos, quién gobernó de 1958 a 1964, fue un político sin ilusiones. Le tocó enfrentar una intensa agitación sindical, exaltada por la Revolución cubana. En un momento dado pareció que todo se limitaba a escoger entre Fidel Castro y “el imperialismo yanqui”. López Mateos contestó con mano dura y utilizó en 1959 al ejercito contra los ferrocarrileros en huelga; llamando a la unidad nacional, recordó que México no tenía por qué recibir lecciones en materia de revolución. Dado que la Revolución mexicana había sido la primera del siglo XX. Cuando Lázaro Cárdenas abandonó su cautela tradicional para manifestarse a favor de Castro, López Mateos lo llamó al orden, y su llamado fue atendido.
En 1960 la nacionalización de la energía eléctrica permitió restaurar la unidad nacional amenazada por la polarización en dos bloques, a favor y en contra de la Cuba de Castro. Al condenar todo intento de subversión continental. López Mateos se cuido mucho de no romper con Cuba y se mantuvo firme a las presiones estadounidenses. El gobierno cubano agradeció el apoyo mexicano. Esos años fueron buenos para la economía y el pueblo se quedó con el recuerdo de un presidente amable y sonriente.
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Recuerda: Estas lecturas son un apoyo para tu examen...

domingo, 12 de septiembre de 2010

XII México entre 1934 y 1988

XIII.  México entre 1934 y 1988

1.    De la revolución armada a la pacífica:
Lázaro Cárdenas ( 1934-1940 )

Después de 24 años de violencia casi inninterrumpida, entre 1934 y 1940 ocurre el último capítulo de la etapa revolucionaria, con la revolución pacífica realizada por el presidente Lázaro Cárdenas, el primero en durar seis años en el poder. A lo largo de esos años difíciles y turbulentos nació un México diferente: un país que se lanzó a buscar nuevas maneras de organización y nuevas soluciones para lograr más justicia y estabilidad.
Lázaro Cárdenas, el candidato oficial a la presidencia de la República del PNR, apoyó los movimientos obrero y campesino. La postura radical de su gobierno molestó a Plutarco Elías Calles, así como a los empresarios, los propietarios de tierras y a sectores de la clase media urbana. Cárdenas resistió a Calles, lo detuvo y lo expulsó del país. Los callistas fueron forzados también a dejar sus puestos públicos. Al inicio de su sexenio, el presidente Cárdenas promovió una reforma constitucional que hizo obligatoria la educación “socialista” en México.
El problema de los campesinos sin tierra fue el que más preocupó a Cárdenas. Para resolverlo impulso una reforma mediante la cual las tierras que pertenecían el Estado y a los grandes propietarios fueron entregadas a los campesinos y éstas las distribuía entre las familias que podían trabajarlas para beneficiarse con ellas, pero no venderlas.
Este reparto agrario benefició a un millón de ejidatarios, proporcionándoles seguridad y medios de trabajo, así como un sentido de la organización. Además les inculcó el orgullo de ser campesinos.
México tiene en su subsuelo una riqueza petrolera de importancia mundial. Este recurso, esencial para la industria, los transportes y la producción de electricidad, porque sirve como fuente de energía y como materia prima para gran cantidad de productos, había sido explotado desde sus inicios por compañías extrajeras. Desde Madero hasta Calles, los gobiernos trataron de limitar el poder de estas compañías.
Una situación similar existía en Sudamérica, donde algunos países habían tomado medidas para combatir la explotación extranjera del petróleo; Argentina, por ejemplo, tenía una compañía petrolera que pertenecía al gobierno, y Bolivia había realizado la primera expropiación petrolera de la región en 1937.
En México, ante la negativa de las compañías  petroleras a aceptar un fallo de los tribunales para aumentar el salario de sus trabajadores, el presidente Lázaro Cárdenas decidió la nacionalización del petróleo el 18 de marzo de 1938.
Una vez lograda las compañías expropiadas se fusionaron en una sola empresa propiedad del gobierno: Petróleos  Mexicanos, mejor conocida como Pemex.
Durante este proceso de nacionalización, el presidente Cárdenas contó con la comprensión del gobierno estadounidense, que deseaba la amistad de México, pues en Europa se avecinaba la segunda Guerra Mundial. A pesar de este apoyo, México sufrió un boicot internacional. Varios países dejaron de comprarle plata y las compañías petroleras extranjeras exigieron una indemnización inmediata.
Durante el gobierno cardenista se abrieron bancos para prestar dinero a los campesinos y se apoyó la enseñanza técnica con la fundación del Instituto Politécnico Nacional, en 1936. Las experiencias revolucionarias se recogieron en obras de gran calidad, por ejemplo La sombra del caudillo de Martín Luis Guzmán, publicada en 1929, y el Ulises Criollo de José Vasconcelos, en 1936.
El mayor cambio político de los años treinta fue la conversión del Partido Nacional Revolucionario ( PNR ) en Partido de la Revolución Mexicana ( PRM ) en 1938. Éste fue el primer partido político en que se incluyeron a distintos sectores de la sociedad: el obrero, el campesino, el popular y el militar, por lo que tuvo una fuerza social de la que el PNR había carecido.
No obstante al concluir el mandato de Cárdenas, las elecciones de 1940 dividieron otra vez a la “familia revolucionaria” . A esto se sumó el Partido de Acción Nacional (PAN ), fundado en 1939, como una respuesta de los grupos opositores.
En dichas elecciones un general de prestigio, Juan Andreu Almazán, compitió contra el candidato oficial del PMR, Manuel Ávila Camacho. Las elecciones fueron muy disputadas y el triunfo de Ávila Camacho fue cuestionado por los almazanistas.
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Tomado del libro: Historia de México FCM, SEP, Académia Mexicana de Historia.
Autor (Coordinación) Wobesen Gisela Von.  Año 2010 pp. 249-251
Compilación para la Materiade Estructuras Socioeconómicas y Políticas de México, Profr. Lic. José Martín Rocha García